Mapa de sueños

A lo largo de nuestra vida, los seres humanos, nos llenamos de buenos propósitos y anhelos, nos trazamos metas y objetivos en diferentes áreas y pedimos para que todos eso sueños algún día se hagan realidad. Nos imaginamos viajando a eso lugares que siempre hemos querido visitar, o viviendo en esa casa que hemos decorado en nuestra imaginación mil veces, o compartiendo nuestra vida con esa pareja que nos hace vibrar. Soñamos y soñamos y deseamos materializar esos sueños.

¿Pero te has puesto a pensar que estás haciendo para poder concretar esos sueños? ¿Realmente si estás estableciendo los objetivos correctos y enfocándote en ellos? ¿Sí tienen valor para ti?

Una manera de buscar que esos propósitos se cumplan, es visualizándolos constantemente mediante el diseño y uso de una herramienta creativa, muy eficaz que se denomina “Mapa de Sueños” y que consiste en representar gráficamente con fotos, dibujos, textos y otros elementos gráficos, aquellas metas y proyectos a corto, mediano y largo plazo que queremos vivir, lograr y tener y que nos ayuda a fijar el rumbo para poder lograr esos propósitos. No se trata de diseñar solamente un tablero bonito y atractivo y lleno de frases motivadoras, sino de tener a la vista un recordatorio de todas esas acciones en las que debo concentrarme las cuales debo revisar permanentemente para ajustar y trabajar en los pasos que debo dar para cumplir con esos sueños allí plasmados.

Para empezar, es muy recomendable hacer un ejercicio a conciencia en donde evaluemos como está nuestra vida en estos momentos:

1. ¿Qué estoy haciendo?

2. ¿Cómo me veo en este momento? ¿Qué ropa llevo?

3. ¿Dónde estoy? ¿A qué huelo?

4. ¿Quién me acompaña?

5. ¿Qué siento y que pienso?

El propósito de estas preguntas es responderlas de la manera más franca y honesta, ubicar nuestra realidad e intereses, revisar aquellas áreas que se deben ajustar y conectar con nuestra energía para establecer aquello que verdaderamente deseamos. Tener metas claras, realistas, medibles y específicas, nos ayuda a mantenernos enfocados y a concentrar la energía en eso que queremos y no perdemos tiempo en metas que no son esenciales.

Una vez realizada esta reflexión podemos empezar a trabajar en la creación de nuestro mapa de sueños. Es importante que escojamos un momento en que nuestra energía sea la adecuada, para así mismo trasmitir esa energía a todo aquello que estamos plasmando. Debemos creer en lo que escribimos y sentir que lo merecemos. Podemos prender una vela y poner una música relajante al comenzar a trabajar en este proyecto y conectarnos con nuestra alma con nuestro ser, con Dios o con nuestra divinidad, y en esa conexión especial plasmar esos sueños y metas que queremos manifestar, que nos traen evolución a nuestro ser.

Podemos realizar nuestro mapa de sueños en familia, en pareja o individual. Lo importante es que clasifiquemos las metas: Familiares, Financieras, espirituales, laborales, Ocio etc. Si estamos trabajando en un mapa de sueños familiar o en pareja es importante abrir una categoría personal por cada miembro de la familia donde cada uno defina sus sueños dentro de un contexto familiar. Esto puede ser muy positivo porque las otras personas nos pueden ayudar a motivarnos para conseguir nuestro propósito, o bien nos puede llevar a revisar si realmente ese propósito al que le estoy apuntando es realista, sí corresponde a mis intereses y si es importante en mi vida. No se trata de renunciar sino de decidir.

Para empezar, tomamos una cartulina o cartón grande o el material sobre el cual vamos a trabajar y colocamos una foto nuestra en todo el centro. Una foto donde estemos felices, sonrientes. Luego apoyándonos en ese antiguo sistema filosófico chino llamado Feng shui que se basa en la ocupación armónica y consciente del espacio, y que identifica cada aspecto de la vida de vida con un color, empezamos a pegar sobre el mapa en el siguiente orden las hojas de colores.

Una vez que tenemos organizados las hojas de colores y definidas mentalmente nuestras metas, podemos empezar a escribir los sueños en los que nos vamos a enfocar. Es muy importante no realizar una lista interminable de sueños, sino concretar dos o tres metas por área, que sean prioritarias. No todos los sueños son igual de importantes y pretender conseguirlos todos al tiempo es imposible. Hay que aplicar el sentido común a la hora de definirlos. Podemos emplear fotos, o recortar imágenes asociadas con nuestros sueños y colocarlas en el área correspondiente. Por ejemplo, si estamos planeando viajar a un sitio determinado, puedo recortar o pintar monumentos o paisajes de ese sitio que quiero visitar, sobre la hoja gris y colocar una frase motivante al lado. En el tema familiar, salud y bienestar (color verde) por ejemplo, puedo poner imágenes de planes familiares como salir a montar en bicleta, o de actividades recreativas que mi familia anhela y describir ese sueño en el que me voy a enfocar para trabajar en familia. Pueden ser compromisos de crecimiento en familia, relacionados con vivir de forma más armoniosa, tratarnos mejor, y apoyarnos como familia que somos.

En cuanto a las metas o sueños espirituales (Color gris) estos no necesariamente están atados a los temas religiosos sino a la paz que siento con mis pensamientos, creencias, y acciones. Es importante revisar si estoy disfrutando la vida, si los problemas me abruman y dominan mi mente o si me siento feliz o conforme. ¿Qué puedo hacer para sentirme mejor conmigo mismo (a)?

Es indispensable definir las acciones que vamos a realizar para concretar o cumplir esos sueños que describo por cada área. Por ejemplo, si estoy pensando en comprar un carro, anoto este sueño en el color morado “Prosperidad y Abundancia “y escribo también como voy a lograrlo: Voy a recortar unos gastos o a generar otros ingresos con un trabajo extra, o bien voy a ahorrar una determinada plata que me permita dar el paso para conseguir ese carro que tanto quiero.

El tiempo que voy a dedicar para lograr mis sueños también es fundamental; por eso, debo establecerlo en consonancia con mi realidad y con el esfuerzo que estoy dispuesto a invertir. ¿En cuánto tiempo voy a comprar el carro? Debo escribir el tiempo que me voy a dar para cumplir esa meta. Como se trata de un compromiso que involucra recursos financieros y esfuerzo entre otros, seguramente esta no es una acción a corto plazo sino a mediano o talvez a largo plazo. Al estar revisando y visualizando en mi mapa esa afirmación y esas acciones en que me esto comprometiendo, me obligo a, trabajar y enfocarme en esa meta, pero si no se definen plazos y acciones, el tiempo pasa sin darnos cuenta y el sueño se queda sin realizar y llega la frustración y este es el gran riesgo de establecer metas sin planeación o que son imposibles de cumplir en mi realidad, lo que puede ser perjudicial para la confianza y la autoestima. No es que no seamos capaces, sino que la meta no es realista.

Nuestro mapa debe colocarse en un sitio donde lo podamos ver y controlar permanentemente. No necesariamente debe estar visible para terceros, pues finalmente allí estamos expresando nuestros anhelos, aspiraciones y deseos personales.

Vamos colocando una carita feliz, o un chulo o una estrella o el símbolo que más nos guste, al frente de los sueños cumplidos. Esto nos motiva a seguir adelante al comprobar que, si podemos lograr con compromiso y trabajo, nuestras metas. Revisar con frecuencia el mapa nos lleva a determinar qué tan cerca o lejos estamos de cumplir esos sueños y nos permite hacer los ajustes necesarios o revisar e identificar que eso que escribí en ese mapa si es o no realizable en este momento de mi vida. La clave está en poner metas realistas para lograr que esos sueños se cumplan.