Recomendaciones para afrontar las crisis emocionales del cuidador

ALGUNAS RECOMENDACIONES PARA AFRONTAR LAS CRISIS EMOCIONALES DEL CUIDADOR

El desgaste físico, emocional y de salud, que suelen sufrir los cuidadores en el ejercicio de su trabajo se conoce como “Síndrome del Cuidador”. Se observa con mayor frecuencia en los cuidadores dedicados a pacientes con Alzheimer, enfermedades mentales y atención al adulto mayor.El cansancio con lleva a la aparición de una diversidad de sentimientos y emociones confusas y negativas. Los cuidadores que no están preparados para asumir ese rol, son los que suelen presentar más crisis, cuando perciben que los métodos que utilizan para manejar una situación no son los suficientes o adecuados. Es importante aprender a reconocer las señales de alerta que indican que se está iniciando una crisis. Algunas de esas señales son:

  • Irritabilidad
  • Impaciencia y mal genio con uno mismo y con la persona al cuidado
  • Sensación de tristeza permanente
  • Aislamiento social
  • Alejamiento de amigos y familiares
  • Miedo, desconcierto e inseguridad
  • Desatención en las necesidades personales
  • Confusión
  • Falta de reflexión
  • Desinterés en las actividades que antes se disfrutaban
  • El cuidador que experimenta una crisis y permite su avance, pone en riesgo no solo su propia salud, sino la de la persona a cargo, pues empieza a omitir tareas tales como asearlo correctamente y a tiempo, no suministra los medicamentos en las horas indicadas, grita y maltrata al paciente, limita sus actividades, o no atiende sus necesidades alimenticias.

    Recomendaciones:
    • Aprender sobre la enfermedad de la persona a cargo. Síntomas, evolución, manejo. Entre más preparado esté, más seguro se sentirá y disminuirá el estrés.
    • Buscar ayuda profesional que le oriente en el manejo y gestión de sus emociones y sentimientos.
    • Aprender a delegar y compartir tareas con otros miembros de la familia. No sentirse mal por pedir ayuda.. Poner límite a las demandas excesivas. No permitir que lo sobrecarguen de tareas.
    • Dedicarse tiempo a sí mismo. Atender sus propias necesidades físicas, sociales y emocionales. Recuerda: Un cuidador sano física y emocionalmente es un cuidador fuerte. Recuerde: Un cuidador sano física y emocionalmente es un cuidador fuerte.

Recuerda: un cuidador sano física y emocionalemte es un cuidador fuerte

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